El tour por Marsella empieza con un paseo por el Puerto Viejo, el corazón histórico y cultural de la ciudad. El Puerto Viejo es un puerto natural que ha sido utilizado desde la antigüedad por los griegos, los romanos, los cruzados y los comerciantes. Hoy en día es un puerto deportivo donde se pueden ver barcos de pesca, yates y veleros.

El Puerto Viejo es un lugar lleno de vida y de encanto. A lo largo del paseo, verás el Ayuntamiento, una elegante construcción del siglo XVII; la Abadía de San Víctor, una antigua fortaleza religiosa del siglo V; el Fuerte de San Juan y el Fuerte de San Nicolás, dos imponentes edificios militares que flanquean la entrada al puerto; y el Mucem, el Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo, un edificio moderno y vanguardista que contrasta con el entorno histórico.

Además de estos impresionantes monumentos, también podrás apreciar el ambiente popular y auténtico del puerto. Podrás ver a los pescadores vendiendo su captura del día en el mercado del pescado; a los artistas callejeros animando con su música y sus espectáculos; a los turistas y los locales disfrutando de la gastronomía marsellesa en las numerosas terrazas y restaurantes; y a los aficionados al deporte practicando actividades náuticas como kayak o paddle surf.

El paseo por el Puerto Viejo no solo es una oportunidad para conocer la historia de Marsella, sino también para sentir su alma y su carácter. Desde el puerto podrás admirar las vistas de la ciudad y de sus símbolos más emblemáticos, como por ejemplo el Castillo de If, sitio que por cierto forma parte de esta aventura.

Hay placas informativas a lo largo del recorrido que proporcionan detalles sobre la historia del puerto y los sitios que puedes ver desde él. También hay varios puntos de interés donde puedes detenerte y disfrutar de las vistas.

Al comprar este tour por Marsella, vas a acceder a un secreto sorprendente del Puerto Viejo que tiene que ver con la historia del cine y con la reacción de los primeros espectadores. ¿Te imaginas de qué se trata? ¡No te lo querrás perder!

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Un agradable paseo por el Puerto Viejo es solo el incio. Así que, seguidamente anímate a visitar el Museo de la Vieille Charité, uno de los museos más importantes y prestigiosos de Marsella. El Museo de la Vieille Charité se encuentra en un edificio histórico que fue construido en el siglo XVII como un hospicio para los pobres y los enfermos. Hoy en día alberga varias colecciones de arte y arqueología que abarcan diferentes épocas y culturas.

La ruta desde el Puerto Viejo hasta el Museo de la Vieille Charité es sencilla y corta. Comienza en el Quai du Port, una de las avenidas que bordean el puerto. Dirígete hacia el norte hasta llegar a la Place de Lenche, una plaza que fue el centro de la antigua ciudad griega de Massalia.

Aquí, gira a la izquierda por la Rue de la République y luego toma la primera a la derecha por la Rue de l’Évêché. Continúa hasta llegar a la Place des Moulins, donde verás la entrada al museo. El recorrido es de unos 15 minutos a pie, durante los cuales podrás admirar el encanto del barrio antiguo de Le Panier.

Aunque no seas un amante del arte, el Museo de la Vieille Charité es un lugar que merece la pena visitar. El edificio en sí es una obra maestra de la arquitectura barroca, con una fachada elegante y sobria, un patio interior con arcadas y una capilla central con una cúpula impresionante. El edificio está rodeado por un jardín tranquilo y arbolado, donde podrás relajarte y disfrutar del silencio.

El museo alberga varias colecciones permanentes y temporales que te permitirán descubrir las civilizaciones del Mediterráneo y del mundo. Entre las colecciones permanentes se encuentran el Museo de Arqueología Mediterránea, que exhibe objetos y obras de arte desde la prehistoria hasta la época romana; el Museo de Artes Africanas, Oceánicas y Amerindias, que muestra piezas etnográficas de estos continentes; y el Centro Internacional de Poesía de Marsella, que rinde homenaje a los poetas locales e internacionales.

Entre las exposiciones temporales se encuentran muestras de arte contemporáneo, fotografía, cine y otras disciplinas artísticas. El museo organiza también actividades culturales como conferencias, talleres, conciertos y visitas guiadas.

Termina tu visita en uno de los dos cafés que se encuentran dentro del museo. En particular, te sugiero visitar “Le Café des Arts”, un café con terraza que ofrece una vista panorámica del patio interior y de la capilla. Imagina terminar tu visita disfrutando de un refresco o un café mientras contemplas la belleza del edificio. ¡Sería épico!

Después de visitar el Museo de la Vieille Charité, te recomiendo hacer un crucero por las Calanques, una de las zonas más bellas y espectaculares del Mediterráneo. Las Calanques son pequeñas bahías o fiordos que se extienden a lo largo de más de 20 kilómetros por la costa entre Marsella y Cassis. Las Calanques son Parque Nacional desde 2012 y albergan una gran diversidad de flora y fauna.

La ruta desde el Museo de la Vieille Charité hasta el punto de partida del crucero es sencilla y corta. Comienza en la Place des Moulins, donde se encuentra la entrada al museo. Dirígete hacia el sur por la Rue du Panier y luego toma la primera a la izquierda por la Rue du Refuge.

Continúa hasta llegar al Quai du Port, donde verás el Puerto Viejo. Aquí, dirígete hacia el este por el Quai du Port hasta llegar al Quai des Belges, donde se encuentra el embarcadero del crucero. El recorrido es de unos 15 minutos a pie, durante los cuales podrás admirar el ambiente animado del puerto.

Aunque no seas un entusiasta de la naturaleza, el crucero por las Calanques es una experiencia que no te puedes perder. El crucero dura unas 3 horas e incluye un recorrido por las principales calanques, como Sormiou, Morgiou, Sugiton, En-Vau o Port-Pin. Durante el crucero podrás disfrutar de las vistas impresionantes de los acantilados blancos, las aguas turquesas y las playas paradisíacas que forman este paisaje único.

Además de admirar las calanques desde el barco, también tendrás la oportunidad de hacer una parada en una de ellas para bañarte o hacer snorkel. Es una forma ideal de refrescarse y descubrir la riqueza submarina que se esconde bajo las olas. Podrás ver peces de colores, corales, estrellas de mar y quizás alguna tortuga o delfín.

El crucero también incluye un guía que te explicará la historia y las curiosidades de las calanques y sus habitantes. Aprenderás sobre la formación geológica de estas bahías, la importancia ecológica y cultural que tienen para Marsella y los desafíos que enfrentan para su conservación.

Termina tu crucero en el Puerto Viejo, donde podrás elegir entre una gran variedad de restaurantes y bares para cenar y relajarte. En particular, te recomiendo probar la especialidad marsellesa por excelencia: la bouillabaisse. Se trata de una sopa de pescado con azafrán y hierbas provenzales que se sirve con pan tostado y salsa rouille. Es un plato delicioso y nutritivo que te hará sentir el sabor del Mediterráneo.

El crucero por las calanques es más que un paseo en barco; es una aventura inolvidable por uno de los lugares más hermosos y sorprendentes del mundo.