Houston, esa vasta metrópoli texana, no suele encabezar la lista de destinos turísticos clásicos a primera vista. Sin embargo, su familiaridad y cercanía desde la Ciudad de México —apenas un vuelo corto de distancia— la han convertido en una parada recurrente en mi agenda de viajes, casi tanto como una tradición familiar. Fue mi abuelita, con su infalible pasión por las jornadas extensas de compras, quien me introdujo a uno de los corazones palpitantes de Houston: The Galleria. Este emporio de tiendas y ocio ha sido como un segundo hogar, al que vuelvo una y otra vez, cada visita revelando un nuevo rincón o una tienda encantadora que había pasado por alto.

Nuestra estancia, convenientemente, será próxima a este emblemático centro comercial, The Galleria Houston, no solo por la cercanía a sus vitrinas interminables y restaurantes exquisitos, sino también por su ubicación estratégica: un punto central desde el cual el resto de nuestras exploraciones se despliegan con facilidad.

El primer día lo dedicaremos a lo que probablemente sea la joya más distante de nuestra corona turística: el Space Center Houston de la NASA. Un símbolo de la aventura humana y el ingenio científico, este lugar es un recordatorio de que Houston es más que un destino de compras; es una puerta al cosmos. Tras sumergirnos en las profundidades del espacio, retornaremos a The Galleria, donde te compartiré los secretos de mi restaurante favorito, un lugar con platillos tan memorables que bien merecen su propio espacio en nuestra agenda.

El día siguiente nos sumerge en la riqueza cultural de Houston. Visitaremos el Museum District, que alberga tesoros como el Museum of Fine Arts, Houston (MFAH) y el Houston Museum of Natural Science (HMNS). Mi preferido personalmente es el MFAH, donde cada obra de arte es una ventana a otro mundo, a otra perspectiva. Y si el tiempo lo permite, el vecino Hermann Park nos ofrece un remanso de naturaleza y tranquilidad; un contraste sereno frente al bullicio de la ciudad.

Para el tercer y último día, te invito a que nos dejemos sorprender por el colorido Houston Graffiti Park, a encontrar paz entre los senderos de Memorial Park o a reflexionar ante las vanguardistas colecciones de The Menil Collection. Y cómo no, concluiremos con una sesión de shopping en The Galleria, rindiendo homenaje a esa tradición familiar que me trajo a Houston en primer lugar.

Houston, a través de mis ojos, es una narrativa de contrastes y descubrimientos. Una ciudad que, aunque no típicamente turística, ha tejido su camino hacia mi corazón viajero, invitándome a regresar, una y otra vez, a sus calles llenas de historias por descubrir.