Este es el comienzo épico de tu recorrido en tu tour por Aix-en-Provence: un viaje al asombro en la Fondation Vasarely, el lugar donde la magia óptica se convierte en arte. Imagina un museo que desafía tu percepción visual y te sumerge en un universo de ilusiones y movimientos.

Lo primero que necesitas saber es que este sitio lleva el nombre del maestro Victor Vasarely, un genio húngaro-francés considerado el papá del arte óptico o cinético. Aquí, el arte se pone travieso y juega con tus ojos, creando trucos visuales que te harán frotarte los ojos y sonreír al mismo tiempo.

El edificio es todo un espectáculo arquitectónico, diseñado por el propio Vasarely y su equipo de talentosos arquitectos. Imagina un hexágono gigante que alberga 42 obras monumentales de Vasarely. Estos paneles están hechos de aluminio o plexiglás y son una fiesta para tus sentidos: formas geométricas, colores que chocan y efectos visuales que te harán exclamar "¡guau!".

Puedes caminar alrededor de estas obras maestras y observar cómo cambian ante tus ojos. Es como si cada pieza tuviera vida propia. ¡Es más entretenido que ver un partido de fútbol!

Pero la Fondation Vasarely no es solo un museo, es un verdadero centro cultural que no para de moverse. Tienen exposiciones temporales, talleres educativos, conciertos y conferencias. Quieren que te involucres y te diviertas, porque el arte es para todos.

Así que, ¿estás listo para sumergirte en este universo de ilusiones ópticas? ¡Ponte las gafas artísticas y prepárate para una aventura visual como ninguna otra en la Fondation Vasarely!

Puedes acceder al sitio web oficial de la fundación para mayor información: Fondation Vasarely.

Después de visitar la Fondation Vasarely, te recomiendo pasear por el Parque Saint-Mitre, el espacio verde más grande de la ciudad. El parque se encuentra a unos 10 minutos en coche de la Fondation Vasarely, en la avenida Jean Monnet.

El parque debe su nombre al antiguo propietario del terreno, el marqués de Saint-Mitre, que lo cedió a la ciudad en 1978. El parque tiene una superficie de 8 hectáreas y cuenta con un lago, una cascada, una colina, una zona de juegos infantiles y varias esculturas.

Saint-Mitre es un lugar que te invita a disfrutar de la naturaleza y el ocio en el centro de Aix-en-Provence. El parque se creó en 1984 como parte del proyecto urbanístico de Espace Forbin, que transformó la zona alrededor de la estación de trenes en un moderno distrito residencial y comercial. El parque ocupa el espacio de las antiguas fortificaciones de la ciudadela de Vauban, que se construyeron en el siglo XVII para defender la ciudad.

Tiene varios elementos que lo hacen único y sorprendente. Uno de ellos es la Isla Derborence, una meseta artificial que se eleva sobre el nivel del suelo y que está rodeada por unos muros de hormigón. Esta isla es un experimento ecológico ideado por el paisajista Gilles Clément, que quiso crear un refugio para la biodiversidad.

Además de estos elementos, el parque también tiene un lago, una cascada, una zona de juegos infantiles y varias esculturas. El parque es un lugar ideal para relajarse, hacer un picnic, leer un libro o simplemente disfrutar del paisaje y la naturaleza de Aix-en-Provence. Es una excelente forma de continuar un día de itinerario que cuenta con muchas más sorpresas y lugares interesantes.

Al comprar este tour por Aix-en-Provence, vas a acceder a un secreto sorprendente del Parque Saint-Mitre que tiene que ver con la historia y la cultura. ¿Te imaginas de qué se trata? ¡No te lo querrás perder!

El tour por Aix-en-Provence sigue con una visita al Cours Mirabeau, uno de los ejes principales del centro histórico de la ciudad. El Cours Mirabeau se encuentra a unos 20 minutos a pie del Parque Saint-Mitre, en el centro histórico de la ciudad.

El Cours Mirabeau es un lugar lleno de historia y de belleza. Aquí podrás ver edificios de los siglos XVII y XVIII, con fachadas de piedra y madera, adornadas con balcones, ventanas y tejados. El Cours Mirabeau también tiene plátanos centenarios, fuentes monumentales, cafés emblemáticos y monumentos emblemáticos.

Entre los monumentos que podrás ver en el Cours Mirabeau se encuentran el Hôtel de Villars, un palacio del siglo XVIII con una fachada con cuatro columnas; el Hôtel de Forbin, uno de los más vastos del Cours, construido en 1656 con la piedra aixois de las canteras de Bibémus; el Hôtel Maurel-de-Pontevès, un palacio barroco con un balcón sostenido por atlantes; o la casa natal de Paul Cézanne, el famoso pintor impresionista.

El paseo por el Cours Mirabeau no solo es una oportunidad para conocer la historia de Aix-en-Provence, sino también para sentir su alma y su carácter. Desde el paseo podrás admirar las vistas de la ciudad y de sus símbolos más emblemáticos, como por ejemplo la Fuente de la Rotonda, una fuente monumental que representa las tres virtudes: justicia, agricultura y bellas artes.

Termina tu paseo por el Cours Mirabeau con una copa o un café en uno de los cafés más famosos de la ciudad, como el Café des Deux Garçons, fundado en 1792 y frecuentado por personalidades como Cézanne, Zola o Camus.

Pero eso no es todo, a continuación te muestro una magnifica propuesta para cenar y degustes lo mejor de la gastronomía de Aix-en-Provence.

Luego de pasear por el Cours Mirabeau, te sugiero cenar en el restaurante Vintrépide, uno de los restaurantes más originales y sofisticados de Aix-en-Provence. El restaurante “Vintrépide” se encuentra a unos 5 minutos a pie del Cours Mirabeau, en la calle Cardinale.

El restaurante Vintrépide es un lugar que te hará viajar en el tiempo y en el espacio. El restaurante tiene una decoración moderna y elegante, con muebles de diseño, luces tenues y obras de arte. El restaurante está situado en una bodega del siglo XVIII, que le da un ambiente íntimo y acogedor.

Te ofrece una cocina creativa, refinada y generosa, elaborada con productos locales y de temporada. El chef Julien Perrier es un experto en combinar los sabores de la Provenza con los de otras partes del mundo. Entre los platos que podrás probar se encuentran el foie gras con manzana y jengibre, el lomo de cerdo con puré de zanahoria y naranja, o el pastel de chocolate con helado de pistacho. El restaurante también tiene una carta de vinos selectos que podrás maridar con tu comida.

Termina tu cena en el restaurante Vintrépide con un postre típico de Aix-en-Provence, como la tarta Tropézienne, una tarta de brioche rellena de crema pastelera. El restaurante también tiene una sala de degustación donde podrás probar diferentes vinos de la región.

Si quieres saber más sobre este restaurante, puedes visitar su página web oficial: Vintrépide.

Esta es la última actividad del día, pero no la menos importante. El restaurante Vintrépide es un lugar que te hará vivir una noche inolvidable, llena de sabor, vino y diversión. Es una forma perfecta de terminar tu tour por Aix-en-Provence, una ciudad que te ha ofrecido lo mejor de su historia, su cultura y su naturaleza.

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